La Carrera Solidaria es una expresión de nuestra posición sensible como Club a la desigualdad y la injusticia social que ésta supone. Un año más, y van cinco, tenemos esta importante actividad marcada en el calendario que en esta ocasión celebraremos el próximo día 17. Estamos seguros de que de nuevo será una mañana llena de deporte, emoción y solidaridad con personas menos afortunadas que la mayoría de nosotros. En esta edición la entidad a la que irán destinados una gran parte de los fondos recogidos a través de la inscripción y otras fuentes (dorsal 0, mercadillo, etc…) será ANTARES, una organización nacida de las familias de personas con diversidad intelectual velando por la inclusión y el bienestar de sus hijos e hijas.

Atravesamos tiempos complicados para el mundo de las denominadas ONG,s o entidades solidarias y benéficas sin ánimo de lucro. Pero los árboles no deben impedirnos contemplar la belleza sublime del bosque… la labor de estas organizaciones, la de todas ellas, las internacionales, las de nivel nacional, regional, las locales y hasta las de barrio, es un indicador de salud de nuestras sociedades más avanzadas, o al menos de un importante sector de sus ciudadanos. Me refiero a esos que aun instaladas en la riqueza no olvidan que el mundo a su alrededor no goza de ese privilegio. Personas que no desvían su mirada ante la miseria y los problemas de otros que, finalmente, son el problema de todos; en la sensibilidad colectiva está la única vía de solucionarlos y de que el futuro sea viable para una Humanidad en paz.

La Carrera Solidaria nos muestra abiertos a la sociedad y sus problemas y dispuestos a contribuir desde nuestra actividad propia principal, el deporte, su práctica y promoción, a colaborar en las soluciones. Más allá de las recaudaciones para proyectos concretos que se puedan conseguir, lo más importante es sentirse activos y partícipes en primera persona en un gran movimiento en todo el mundo. Aquel en el que se unen y luchan, como si de una guerra pacífica se tratara, personas que no aceptan ni la injusticia, ni el infortunio de sus semejantes de la naturaleza que éste sea. La enfermedad, la soledad, la miseria, la discriminación, la injusticia… son los enemigos a batir y las personas del Deporte tenemos el entrenamiento, el coraje y la determinación propios de nuestra práctica para estar también en la primera línea de esta batalla, la de la Solidaridad, como si se tratase de una competición de gran fondo en la que nos fuera la vida.

Joaquín Ballesteros

Gerente CCVM