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El Club soñado...

30.01.2018

Hace tan sólo unos días tuve ocasión de asistir a una sesión de trabajo de la asociación de clubes deportivos españoles, ACEDYR, entidad a la que estamos adheridos. En esta ocasión nos reunimos gerentes y directores generales de una veintena de clubes destacados de todo nuestro país (CN Sabadell, Atlético San Sebastián, GC Covadonga, CN Helios, Stadium Casablanca, CD Bilbao…), con un interés común: mejorar nuestros clubes compartiendo experiencias en la resolución de problemas, que la mayor parte de las veces son comunes.

Los consultores conductores de la sesión basaron la parte más creativa del trabajo en la respuesta a una pregunta tan sencilla en su formulación como compleja en su respuesta: ¿cómo sería el club ideal?; ¿qué instalaciones, actividades y servicios debería ofrecer a sus usuarios?; ¿qué líneas de desarrollo futuro deberían orientar sus planes a medio y largo plazo?...

Divididos en equipos de cinco o seis personas, dedicamos una buena parte de la mañana, primero a debatir en el grupo y luego a comunicar las conclusiones a todos en sesión plenaria hasta el cierre de la jornada.

Sería muy prolijo hacer siquiera un resumen de todas las ideas, iniciativas, propuestas, etc… que los equipos hicieron, pero no me resisto a entresacar algunas que personalmente me parecen fundamentales mirando al futuro y que, seguramente, serán los hitos de un camino que los clubes más significativos de nuestro país seguiremos. Muy brevemente:

·         Una visión integral de las personas y las múltiples facetas de su potencial crecimiento. Como consecuencia, una intensificación de la vida social y cultural en los clubes, complemento de la actividad deportiva, su eje principal pero no único. El fin último es posicionar nuestras entidades en la vanguardia de una sociedad avanzada, en la que nuestra contribución al bienestar y la calidad de vida de las personas que las integran, se base en ser capaces de crear las condiciones materiales para el desarrollo de las múltiples dimensiones del ser humano.

·         La promoción de la salud a través de la actividad física y la correspondiente formación en aspectos complementarios a la práctica que son igualmente fundamentales (nutrición, fisiología, bases del entrenamiento, etc…); considerada como un objetivo al menos tan importante como el rendimiento deportivo y la competición en nuestros clubes

·         La inclusión y la solidaridad como valores transversales clave, contemplando sus diferentes ámbitos: accesibilidad universal, igualdad, no discriminación por género o cualquier otra circunstancia, etc…

·         La apertura a la sociedad. Dejando atrás un concepto exclusivista y cerrado, básicamente a través de la ejecución de programas y eventos deportivos puntuales para todos, que permitan que la “huella” de los clubes sea percibida y apreciada por el conjunto de los ciudadanos, sobre todo de los que habitan áreas próximas.

Ojalá que estas líneas de desarrollo que pudimos vislumbrar para el futuro en la jornada de trabajo, vayan haciéndose visibles en el día a día de nuestras entidades. Ello nos hará más útiles a los que las gestionamos y, seguramente, también más felices y satisfechos a la gran mayoría de nuestros usuarios que se sentirán involucrados en un nuevo modelo de club, más avanzado, más abierto y más socialmente necesario.

Por nuestra parte puedo decir con satisfacción que estamos avanzando en todos los frentes antes expresados. En este número de nuestro boletín electrónico se refleja alguno de esos avances significativos.

 

Joaquín Ballesteros

Gerente CCVM

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