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Concluida la reforma del picadero cubierto

25.02.2014
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25-02-2014-

El proyecto de sustitución  del cerramiento del
picadero cubierto constituye otra de las actuaciones que se enmarcan 
dentro de la línea estratégica del Club de Campo Villa de Madrid de recuperación
de la modernidad de sus instalaciones sin por ello perder de vista los valores
arquitectónicos, ambientales y paisajísticos del conjunto deportivo de máxima
calidad en el que se ubican.

El edificio del picadero cubierto data del año 1963. Es un
edificio de unos 3.750 metros cuadrados de superficie destinado a uso deportivo
y social. Dicho pabellón está realizado mediante una interesantísima cubierta
colgante pretensada de hormigón que salva grandes luces, ideada por el arquitecto
 José Antonio Domínguez junto con el ingeniero
Carlos Fernández Casado. Debido al mal estado de conservación de su
cerramiento, realizado mediante placas de uralita de fibrocemento, el Club de
Campo de la Villa de Madrid ha procedido a la sustitución del mismo.

La nueva fachada se ha diseñado cuidadosamente teniendo muy
en cuenta el imponente entorno natural en el que se ubica el actual picadero
cubierto, rodeado de abundante vegetación y árboles de gran porte de hoja
caduca. El nuevo cerramiento trata así de ser una prolongación del espacio
natural en el que se ubica y garantizar una mayor relación visual y ambiental
entre el espacio interior del picadero y el espacio exterior que lo rodea.

Desde
el exterior el diseño del nuevo cerramiento se mimetiza  en el entorno
natural arbolado del Club de Campo Villa de Madrid, a través de los reflejos y
transparencias que produce la primera piel que lo compone,  realizada
mediante policarbonato compacto transparente, y los matices de luces y sombras
que filtra y proyecta la segunda piel exterior del mismo, compuesta por una
protección solar de madera natural de iroko.

La primera piel de policarbonato transparente compacto, de 1
cm. de espesor, garantiza la necesaria estanqueidad del picadero, mejora su
calidad higrotérmica así como la permeabilidad visual desde el interior del
mismo hacia el atractivo entorno natural que lo rodea.   Para su
colocación se ha reutilizado y reparado la subestructura de acero existente
sirviendo de base para la colocación del mismo.

La segunda piel de madera actúa como protección frente a la
radiación solar en los meses más calurosos y a su vez permite la entrada de la
radiación solar en los meses infracalentados, de manera que ayuda
sustancialmente a garantizar las condiciones adecuadas de confort interior del
picadero en los meses de mayor uso (invierno), además de optimizar
medioambientalmente el comportamiento bioclimático del mismo y evitar el
deslumbramiento de los jinetes.

Dicha segunda piel  se ha diseñado mediante un
entramado de rastreles de madera de Iroko anclados a la subestructura metálica,
mediante unos anclajes metálicos puntuales. El entramado de rastreles inspirado
en el arbolado perimetral sirve de enrastrelado de los de listones de madera de
iroko dispuestos horizontalmente que forman la celosía de protección solar
cuidadosamente estudiada.

Con el objeto de reforzar la sujeción de dichos listones de
madera se emplean unos tacos de madera de iroko dispuestos alternativamente
para garantizar un buen comportamiento y durabilidad de la madera, además de
servir de refuerzo a la protección solar densificándose en aquellas fachadas
cuya orientación  necesita de mayor protección frente a la radiación solar
en los meses más calientes.

La finalización de la obra de sustitución del cerramiento
del picadero supone el inicio del proyecto de  rehabilitación de las
magníficas instalaciones de la hípica del Club de Campo Villa de Madrid permitiendo
su adaptación a las necesidades del Siglo XXI.


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