Nuestro ya tradicional Concurso–Exposición, que se celebró del 24 de noviembre al 15 de diciembre de 2017, se realiza en las modalidades de adultos e infantil. En ambos casos sirve de reflexión o “mirada interior” hacia el medio en el que se llevan a cabo las distintas actividades deportivas. Para los adultos hay unos premios previamente anunciados y nuestros niños reciben todos su premio-regalo por la participación en material de dibujo y pintura. Los dos primeros premios de adultos quedan y se incorporan anualmente al llamado “Museo del Club”.

La participación en ambos casos fue  excelente  y, contando con la maestría de sus autores como en años anteriores, las obras fueron de gran calidad.

Los adultos se repartieron los cinco  premios anunciados, que recayeron en los artistas abonados siguientes:

Primer premio: Piedad Bores con “Picadero”, obra compuesta por dos lienzos de 100x100 cm. cada uno, unidos por un sugerido caballo, que saltaba de negro a blanco, a modo de jugada ajedrecística.

Segundo premio: Oliva Belinchón con “Cúpula”, 100x40 cm., de agilísima factura y buen hacer pictórico.

Tercer premio: Milagros Elorz con “La alegría del triunfo”, óleo de 90x90 cm., un grupo femenino de jugadoras que se aprietan en una excelente composición de plena y permanente actualidad.

Primer Accésit: Mª Asunción Cebreiro con “Paisaje interior”, 100x81 cm., una personal y trabajada  visión del espacio.

Segundo Accésit: Rocío Domínguez con “Madrid desde el Club”,  92x72 cm.

Como novedad excepcional, pero que sigue la propuesta iniciada el año anterior de cerrar nuestras exposiciones con una participación cultural de altura, que relacione las artes  y que pueda dar cabida a cuantos deportistas lo deseen, tuvimos la actuación de Rita Gasalla, una extraordinaria y jovencísima mezzosoprano que deleitó a los numerosísimos asistentes que abarrotaron el espacio del Pabellón Social con un programa breve pero muy intenso de W.A. Mozart “Voi qui Sapete”  (Le Nozzee di Figaro) y “D´une image trop chérie” (Iphigénie en Tauride) y “Che faro senza Euridice” (Orpheo et Euridine) de C.W. Gluck. Fue acompañada al piano por la pianista y profesora Aylin Pla Polanco.